Desde donde estalla el alma
en el centro mismo de mi universo
aquella magia vieja
que se perpetua
la vida
esa sutil pesadilla
en la que despertamos jugando
y morimos luchando
hasta donde llega mi conciencia
hoy
la historia de lo humano
es esencialmente
una historia de dominación
de
primero
fuertes sobre débiles
y poco a poco
mentes sobre mentes
almas sobre almas
donde asesinos
todos
de lo único que nos hace humanos
(la humanidad)
nos devoramos en silencio
sutil la tortura del sicario
apretando
levemente
las tuercas del horror.
Es un yin yang desequilibrado
es una pirámide
es una enfermedad del alma
una expulsión del paraíso
es una pesadilla kafkiana
el mundo de un psicópata
la paranoia de un psicótico
el placer del sádico sobre el sumiso
es guerra continua,
de perdedores sobre perdedores.
Translate
LA MALDICIÓN DEL POETA
Después de Edén -el poeta- preguntándose su alma
sobre los hielos del mundo:
Hasta lo que me es conocido, el lírico encierra
el desafío de crear belleza. Le preguntarán por los números y otras cuestiones
que sólo atienden a razones. Pero el pensamiento poético responde con
interrogantes bellos, verdaderos y dolorosos. Ser poeta es ser
fundamentalista o radical hasta morir. Su pasión, experimentar en las calles y
en los caminos, en los senderos y en los callejones del laberinto de la vida.
El alma encarnada del lírico, encierra en sí misma, todos los misterios. Los
hielos del mundo no son sino parcelas en su piel. Su mirada es una espada. Por
eso, su alma es pesada y huye de toda ligereza. Su vida es fastuosa siempre.
Porque en la piedra más pequeña encuentra el reto. El reto de superar la
belleza del mundo. Adán, sin saberlo, fue el primer poeta. El primero que quiso
saber que encierra la creación en sus entrañas. El primero que quiso superar al
creador. Ese es el reto y la maldición del poeta. Y todavía no he conocido a un
hombre que no participe de alguna manera de este sufrimiento.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)