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NADA ES PARA SIEMPRE PERO QUEDAN MILES DE AMANECERES

                                                          


A Mª Rosa,              


Miraba su rostro 
y la vida me gritaba
-vive, corre, canta
nada es para siempre.

Habían fuegos fatuos
por el aire mágico,
en esa noche de Enero
que aún vivamente
recuerdo. No murió.
sencillamente se fue;
rodeada de enfermeras 
y médicos absurdos.
Hoy he sentido 
su suave presencia
como un espectro 
quieto y silencioso
acariciándome.
Siempre la quise
Nunca me traicionó,
nunca me juzgó
a pesar de todo.
Miraba su rostro 
y la vida me gritaba
-vive, corre, canta...

Hoy le doy las gracias
nada es para siempre 
pero todavía quedan
miles de amaneceres.





LIBRE DE LOS ASESINOS DEL HOMBRE LIBRE














¿Quien soy yo
siempre huyendo?
Fatales pesadilla
me han aturdido
ya se escaparon
los sueños. Libre,
de las costumbres
tradiciones, guerras
Soy libre de toda
autoridad moral
me he rebelado,
contra el mundo
contra el cosmos
Libre de ser uno
más en la cola y
ver pasar las horas
pobreza mental
pobreza espiritual.
Sé quien soy,
ví los sendero
caminos, calles y
carreteras, vías
y redes. Soy libre,
como cuando vuelas
en sueños, pero yo
vuelo despierto.
Si huyo de mi mismo
por que fui educado
esclavo huyo para
ser yo no lo dudes
Libre; del trabajo
y su larga condena.
Libre; de amistades
hipócritas. Libre,
como el humo
de una pipa de crack.
Libre por siempre
de bautizos y de
bodas matrimonios
de polvo. Soy libre
como la blanca
paloma asesinada.



Nuestro último día boceto

Las calles lloraban una
espesa lluvia.
Se había muerto el mundo.
Lamento tanto alejarme
empezar a olvidar tu rostro
y que la memoria sea el
único espacio común,
que pienso  otra vez en
la cuchilla, el atracón
a pastillas o el salto mortal.

Desolado,
mi alma dividida
entre la luz y ninguna
parte, perdida
por la fatiga y el asfalto
entre las calles de
gentes sin nombre
y tu ausencia.

He llorado un abismo
mis ojos no te encontrarán
por las esquinas. Mi corazón
oscuro. Mi sangre muerta
late. Es nuestro último
día.



EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE INVIERNO (MICRORRELATO)



Gritaba desesperado,  en un oscuro zulo, en el que la luz de la luna a penas permitía discernir nada. Pedía auxilio y no había nadie, hasta que en medio de un ataque he vomitado.

Cuando he vuelto a dormir, tras la pesadilla, he notado una luz tímida jugueteando en el ribete de mis párpados y al abrir los ojos a la noche,  a la vez de un golpe una risa grave y terrible y un cuchillo atravesando mi pecho.

Por última vez he despertado y he alarmado a Patricia que dormía junto a mi lado.
Me ha cogido la mano y le he contado la pesadilla. Ha ido a por tabaco a la cocina y yo me he quedado llorando de dolor. 
Entonces, al volver he oído sus pasos y, mis gemidos han enmudecido cuando, una voz grave y terrible ha comenzado a escucharse desde el fondo del pasillo. El chirriar de un cuchillo se acercaba y el cuarto ha empezado a menguar. De repente Patricia convertida en pantera. Como una bestia se ha tirado sobre mi clavando la daga en mi pecho.
Ahora sí, he despertado sobresaltado, en mitad de la noche. Sólo, asustado, sudado. He atrasado el despertador media hora para estar bien para trabajar. Cuando me giraba a por el reloj un cuchillo clavado en la mesita y una nota:      "Carlos esto no es un sueño".



SOBRE LOS DOS TEMPLOS




TEMPLO I.

Yo vi, ahora
lo entiendo. 
La religión
primer paso
y creía que 
creía. Pero,
en verdad yo
no sabía que
al creer se
crean valores.
Jesucristo
estaba vivo
era el cielo
y el infierno 
mi fantasía.
La historia
de la Biblia
era sabiduría
oraba a María
madre de dios
e imaginaba,
que oía, que 
señales veía.


TEMPLO  II.

Y en mi alma
apareció duda
que es todo
esto. Padre 
madre, no sé
explicarme...
En el templo
una criatura
arrinconada,
por el miedo
que sufría 
cien cosas
apoyándome
en sombras
proyectadas
por ídolos,
resplandores
de becerros.
Arde templo
No veo tus
columnas y,
lejos de mi
ángel negro
Yo vi. Ahora
lo entiendo.














ESENCIAS EN LA ESPIRITUALIDAD



I.





Bajo el umbral del eterno
paré a reflexionar un día
pareciéndome durar años
el pensamiento que tenía.
Comencé a orar pensando
en cosas que me ocurrían
¿Eran normales o no eran?
¿Quién conocía respuesta?
Y caminando por la plaza
de un pueblo empedrado,
mientras ruidosa la gente
junto al templo se reunían
cantó mi alma recordando
 a mi maestro de la infancia
Cristo, sin olvidarme que
hay mil caminos perdidos
ninguna verdad es sencilla
 las más simples cosas suelen
ser muy difíciles de explicar
 Son pocos los que escuchan
y menos son que no juzgan,
Y yo digo -Hermanos Todos
hermanos todos de lo mismo
de carne, de la tierra somos.
tanto el alma como lo divino.
Hermanos todos de lo mismo.



II.




Hay dos tendencias que 
nos empujan. Una hacia
arriba, hacia el cielo de
constelaciones, estrellas
como Acuario o Géminis.
Allí habitan seres vivos
en galaxias antiquísimas.
Algunos dicen de seres
reptilianos de vibración
baja, y ponen ejemplos
como la arquitectura 
de los Mayas, en Copán,
y las Pirámides Egipcias.
que son dignas de admirar.
 Noto cierto escepticismo; 
se ha dispuesto ocultar
lo sobrenatural; de forma
que refuerzan un binomio
ciencia o espiritualidad
"explicaciones oficiales"
 en el mundo Occidental.


***


Hay una tendencia más
que nos empuja al suelo
llamemoslo gravedad
impulsos primarios o
Satanás; y el infierno.
Es el sexo, la herida 
y la homosexualidad,
 los vicios, la mentira
esa la gran dualidad:
Trata de controlar 
nuestras conductas,
de llevarnos a matar.




Y a la vez todo esto,
está dentro del alma
no se alarmen. Está
en los libros escrito;
y han habido cientos
en cada época un librito
en el cual el autor 
 pone las leyes humanas
 sobre nuestra conducta 
 como la forma divina
en la esencia de lo natural;

El cielo y la tierra se unen
para crear diversidad de
seres vivos, de creencias
y de sueños. Que yo creo
en mis cosas y también 
creo en las de aquellos.
















Si ella no lloró sangre
jamás nadie,
ni Jesucristo lo hizo.
Tenía el poder de la verdad
del inocente
del mendigo.
Sus ojos,
eran dos pequeños zafiros
bordeados de rubí
o quizás eran rojos
por los tragos y los cigarrillos.
La cruda realidad es que
había llegado más lejos,
había corrido más rápido.
Yo sabía que había que correr
muy veloz para llegar tan lejos.
Y que hay un punto de no retorno.
No eran los hombres;
ella no vendía su alma.
Era gran parte de su libertad.
Llevaba sus ojos
tatuados en mi memoria
y en el fondo
como en un túnel
me veía a mi mismo.


HACIA LA LUZ

I.
Quiero pensar que
un día, como éste,
cansada ya de buscar
mirando quizás
la pared blanca
de la habitación
o quizás mirando
el cielo azul del mundo,
despertarás entendiendo
que ha llegado la hora
de mirarse en el espejo.


II.

Despertarás,
un día como éste
desnuda como un cristal.
Y, el amor, como luz
que atraviesa el hielo;
disipará todo tu miedo.
Querrás saber
de las cosas que son verdad
de la vida
de todo lo bueno.

8 de noviembre de 2015




Mamá,
hay un hombre que llora
ha marchitado las últimas flores,
y en su rostro se adivina
algo peor que la locura.
Hay un hombre que llora
porque ha perdido su chaqueta
con una nota de suicidio y la última rosa.
Mirad,
por ahí va el hombre que camina las sombras.
Su rostro no tiene edad
y tiene el tamaño justo
de la mancha de sangre en la pared,
de la cuchilla, del mar y del veneno.
Mirad todos al hombre que llora.
No tiene máscara y le duele la luz,
pero en el fondo es un gran alpinista.
Mirad en el fondo de sus ojos
como le abandona la vida.
Mirad en el prisma de su alma
como se destruye una vida.
Camina y retrocede.
Ahora canta. Ahora calla.
Mirad en el borde de sus labios la verdad.
La verdad del condenado.
La verdad del culpable.
La verdad.
Cae el último pétalo de su espalda.
Ya no tiene llanto que ladrar.
En el espejo de su sombra
hay tierra sobre una fosa.
Sin flores,
sin adornos,
sólo sangre.



DESDE EL INFIERNO

Éste es el prólogo y necesaria introducción a la catástrofe que forman las líneas que siguen. Este blog está escrito en el infierno. Debe entenderse como un instrumento de su autor para buscar la verdad y salir de él. He vivido demasiado tiempo en la duda, rechazando una vida normal, con la libertad por bandera. He experimentado en laberintos que nadie debe sortear. He sobrevivido.  Y he hallado verdad en los aciertos y también en las equivocaciones,
La Divina Comedia, citada en esta obra varias veces es suficiente para no escribir ni una sola palabra de este blog. Casi toda parte de mi obra ya estaba escrita con otro orden en las letras, en las ideas en obras anteriores. La vida de los hombres muchas veces corre por los mismos cauces. Aunque hay quien nunca se aparta del amor de Dios.
Me han confundido mucho los autores respetados que han vivido errados. Si es que eso puede considerarse vida. Yo elegí a mis malditos, eclécticos,  atemporales, equivocados hasta la locura. Si sonó la flauta fue por burro o por influencia de mi Beatriz particular, Keily Patricia Ponce Aguilar, quien tanto sufrió a mi lado y quien se cansó de mis dudas y me abandonó a mi suerte.
 Al final, sin extenderme mucho diré que perdí todo lo importante. Que enferme gravemente. Que me perdí muy lejos, más allá de la moral de los hombres. Y que no he encontrado nada peor que la certeza de estar completamente solo.
Las drogas ayudaron mucho ha confundirme. Me evadía de la realidad y agrandaba el problema hasta unas dimensiones que hoy por hoy aún me cuestan confesar.
De las líneas siguientes, no sé si salvaría algo. Aún no he tenido el valor de releer tanto dolor y pena.
Ahora vivo en la verdad. La vida ha cobrado sentido.  Veo el sentido en cada cosa, por pequeña que sea. Hablo del sentido de la vida. De una vida normal que yo siempre rechacé.
 Así he desperdiciado 15 años de mi vida. Hundiendo mis raíces en la debilidad y en todo lo oscuro. Yo trataba de huir de ese fantasma como quién intenta quitarse una camisa de fuerza. Me era imposible. Alguna vez sentí la verdad cerca y cambié durante meses virando hacia el cristianismo evangélico. De ahí una parte de la mitad final de los poemas.
 Ahora soy mucho más exigente.  Analizo cada pregunta existencial consciente de que detrás se desatan más desafíos, nuevas preguntas. Tengo la seguridad de que podemos llegar a Dios por el camino de la razón y el entendimiento. Voy lentamente en esta tarea. No quiero equivocarme.  Tengo claras cuatro ideas: norte, sur, este y oeste. Esas son las bases de mi verdad. Son los cimientos de mi entendimiento, de mi parcela de verdad.

Parcela de ese campo; con un solo Dios para todos los hombres de la tierra, conozcan o no su nombre, de ese Dios que nos hace a todos hermanos. Por eso, debemos ayudarnos mutuamente al buscar la verdad. Por eso para mi no está reñido el neodarwinismo con la idea de Dios.
 La verdad está en la ciencia y en el espíritu de las religiones. También en la realidad. Y la razón de toda esa humanidad nos hace tener cada vez resultados más notables. Estoy seguro que siempre triunfa el bien sobre el mal y que hay más hombres que viven parcelas de verdad que hombres equivocados. Construyamos la verdad desde la razón, mirando que hay de esencial en todas las religiones, en todas las formas de espiritualidad. Tenemos la tarea de reconstruir la religión relativizando los libros hasta ahora sagrados.


(A Keily)



Esa tarde, 
en Madrid, 
lloraban las calles.
Esa tarde, 
en aquella terraza
de Atocha, 
te sentía tan fría 
que creía que iba a morir
de tristeza.
Nunca un beso
ha sido tan terrible.
Ningún abrazo
tan distante.
Éramos sombra.
Éramos hielo.
Éramos huérfanos
de todas las cosas.
Ya en la estación perdida, 
nuestras almas rotas,
los gritos sordos,
la confusión 
y la despedida.
Nunca he querido 
a nadie más en mi vida.






Tú que ibas a estar ahí
cuando las cosas salieran mal,
cuando ya no viéramos camino
-sin luz, sin norte-.

Tú que ibas a estar ahí
a propósito de mis quebrantos:
Explotado por dentro
como un animal acorralado
-con miedo, con ira, sin mañana-.

Dedicarte un sueño
es singularmente doloroso.
Simplemente desapareciste
entre las vidas normales
los trajes de presumir
y la infinita indiferencia.




Al tiempo, casi sin pensarlo, te das cuenta de que hay un tipo de soledad que no puedes llenar. Es como llevar una tormenta en las entrañas. Es una lucha contigo mismo. Un puente hacia ninguna parte.

He tratado de llenar como he podido ese pedazo de insatisfacción, y luchado en la batalla, y he perdido la guerra. Es como una espiral infinita o como una laguna casi seca. Esa soledad, que forma parte de ti, que no puedes sacar de dentro, me ha acompañado en cada instante de mi vida.Yo soy uno de esos hombres grises que pelean por un poco de felicidad. Soy uno de esos que llama a la vida existencia. Pero de esa lucha, de cada día, he sacado algo que podríamos denominar positivo, una lección.

La lección en verdad es siempre la misma. Es como una herida que se hace cada vez más grande. La vida conlleva, por tanto, dolor y sufrimiento. Conozco los caminos que conducen a los hombres a evitar el dolor y el sufrimiento. A veces, hay que pellizcarse para saber si uno está viviendo en una pesadilla. A veces, despiertas y realmente estás viviendo en una pesadilla.


No alcanzo a comprender bien este vacío. Nadie alcanza a comprender la naturaleza de este tipo de soledad. Así, aunque andamos rodeados de seres humanos por todas partes vivimos en una especie de cárcel en nuestro interior. Muchas veces he buscado la maldita llave y muchas veces he tropezado. Muchas veces me hundo cuando me pregunto si es que no existe la llave. Y ya a esta edad comprendo que será una tormenta que me acompañará siempre. Desde la cuna hasta el ataúd.

¿POR QUÉ LLORAS?



Algún día
de tus pequeños ojos
quedará un corazón prendado.

Será tu refugio.

Llenarás, sus días de dicha
y las noches

-¡shhh!, 
es tarde

                Hay que dormir para volver
                                    a soñar con tu mundo 
                                                      de colores y sonidos.


                                                    * * *

                                                 Eres luz 
hasta en la niebla. 
Sensible al más mínimo detalle. 
Siempre atento a una mirada.

Los brazos de papá
te sostienen fuertes
Eres tan indefenso
que dan ganas de reír.
Tienes tanto que aprender
y tan poco que maldecir. 
Todo para ti es nuevo. 
Todo es maravilloso. 
Desde el reloj de la pared 
hasta la barba del abuelo
todo es bonito, todo es bello.
Eres luz, y ya paraste de llorar.

(Dedicado a mi sobrino Alejandro).

SOBRE LA SOLEDAD




Al tiempo, casi sin pensarlo, te das cuenta de que hay un tipo de soledad que no puedes llenar. Es como llevar una tormenta en las entrañas. Es una lucha contigo mismo. Un puente hacia ninguna parte.

He tratado de llenar como he podido ese pedazo de insatisfacción, y luchado en la batalla, y he perdido la guerra. Es como una espiral infinita o como una laguna casi seca. Esa soledad, que forma parte de ti, que no puedes sacar de dentro, me ha acompañado en cada instante de mi vida.Yo soy uno de esos hombres grises que pelean por un poco de felicidad. Soy uno de esos que llama a la vida existencia. Pero de esa lucha, de cada día, he sacado algo que podríamos denominar positivo, una lección.

La lección en verdad es siempre la misma. Es como una herida que se hace cada vez más grande. La vida conlleva, por tanto, dolor y sufrimiento. Conozco los caminos que conducen a los hombres a evitar el dolor y el sufrimiento. A veces, hay que pellizcarse para saber si uno está viviendo en una pesadilla. A veces, despiertas y realmente estás viviendo en una pesadilla.


No alcanzo a comprender bien este vacío. Nadie alcanza a comprender la naturaleza de este tipo de soledad. Así, aunque andamos rodeados de seres humanos por todas partes vivimos en una especie de cárcel en nuestro interior. Muchas veces he buscado la maldita llave y muchas veces he tropezado. Muchas veces me hundo cuando me pregunto si es que no existe la llave. Y ya a esta edad comprendo que será una tormenta que me acompañará siempre. Desde la cuna hasta el ataúd.

DE NUEVO AL ABISMO


E internarse de nuevo en el bosque oscuro
donde no llega ni un rayo de esperanza.
Yo que nací con la esperanza en los labios,
que imaginaba volar alto.
Ahora, regreso al paraíso perdido.
Sin vida, por las calles errante,
naufragando en el asfalto,
lejos de todos los lugares.
Las lágrimas marcarán el sendero
de vuelta hacia ningún sitio.
De nuevo al abismo.

Llueve sobre el puente



Llueve sin ganas pero con una infinita paciencia, como toda la vida, como una eternidad sin aliento. Llueve como yo siento. Las lágrimas del cielo, en silencio golpean sobre mi cuerpo desnudo.

Ya no tengo rumbo, ya no tengo ni edad ni pulso. Ahora hace tres meses desde que te alejaste, sin rumbo. Tu rostro destruido se me hace difícil de olvidar.

Alguien grita a lo lejos. Yo me agarro fuerte de la barandilla y pongo mis piernas y mi cuerpo al otro lado. Ahora, las voces suenan más enérgicas y yo me hago más fuerte en mi decisión.

Es la hora exacta, el mismo puente y la misma Luna. Ahora quiero ser como la lluvia y caer sobre la tierra mojada.

Las luces de los coches me ciegan y salto. Creo que voy a voy a vomitar mientras caigo. Y en ese momento, algo se rompe en mi existencia. Es la vida, que me abandona con su cielo y, su infierno.

SUEÑO DE INVIERNO



He despertado sobresaltado,
en mitad de la noche,
gritando desesperado
en un oscuro zulo
en el que la luz de la luna
a penas permitía discernir nada.
Pedía auxilio y no había nadie
hasta que, en medio de un ataque,
he vomitado un liquido oscuro.

Cuando he vuelto a dormir
sobre la tierra helada,
he notado, una luz tímida
jugueteando en el ribete de mis párpados.
Y al abrir los ojos a la noche,
a la vez de un golpe
una voz grave y terrible
y un cuchillo atravesando mi pecho.



ESTE LENTO ASESINATO




















He abierto la cabeza
de un hombre y he visto
su abismo de miseria.
Esperar hasta la muerte.
Envejecer y sólo envejecer,
viendo el reloj marcando
el tiempo; tic, tac,
tic, tac, y delante
del segundero
como una guadaña
acechando al reo,
va tu vida y,
cada hora más pesada
cada día más angustiados
cada año más sedientos.
He abierto la cabeza
de un hombre y he visto
su abismo de miseria.
¿He visto de cerca la vida
y que he encontrado?
Buscar para perderse
para no encontrarse
para enloquecer
miserablemente
con este lento asesinato.