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EL MIEDO CORONARÁ EN TU PECHO UN NIDO DE ODIO


Algo te empujará
terriblemente hacia abajo.
Algo te aturdirá
en el espejo de tu alma,
aniquilando contra el suelo
tu realidad herida.
Querrás saber su nombre
y lo buscarás lejos de ti,
lo combatirás fuera de ti:
En tristes entierros,
huidiza tu voluntad,
como la sombra del cuervo.
Desearás no haber nacido
cuando descubras que
oprimiendo a tu corazón
como una funda mortuoria,
así, el miedo, coronará
en tu pecho un nicho de odio.
Te sentirás acorralado.
Tus labios mudos
suplicarán en oración a Dios,
en busca de una fe
enterrada en el olvido.

La camarera al verle llegar
dijo que estaba muy seria.
Luego bebió durante unas pocas horas.
Y a la una de la noche ya estaba borracha.
Se rió como una loca durante un rato.
Era como un resplandor
antes de caer en la depresión.
Luego el mundo se le vino encima.
Luis, cuando la vio llorar
le preguntó qué le pasaba
-No encuentro mi sitio,  dijo.
Algo así , no recuerdo las palabras exactas.
Él,  dijo que la llamará.
Lo cierto, es que se fue
a casa borracha triste y sola.
Hoy han encontrado pedazos de su cuerpo
en un tren de alta velocidad.
No quiero expresarlo de ninguna forma poética
la verdad es que andamos por la vida errantes
no llegamos a conocer nunca a nadie.
Y lo único que nos sucede
es que no sabemos lo que nos pasa*.
                                                           
*parafraseando a Ortega y Gasset

EL VENENO




El crepúsculo tiñó el cielo de sangre. Y el sol, oscuro como un ópalo, desapareció en el horizonte. Por última vez, en mis ojos, brilló titilante la luz de la estrella. Una sombra se posó oscura e inerte sobre la ciudad. Y el frío desasosiego inundó mi corazón. Poco a poco, pálidas luces fueron apareciendo aquí y allá.

Si hay una melodía para esta ciudad, esa es la sirena de un coche patrulla escoltando a una ambulancia que probablemente traslada ya un cuerpo sin vida. Si hay una imagen que condense mis recuerdos es la del rótulo fucsia de neón que parpadea bajo mi ventana. Noches mejores me han visto crecer en estas calles que tiempo atrás contuvieron mi esperanza. Pero han pasado varias décadas desde entonces. Mi lenta voluntad se ha vuelto pesada. Y sobre la mesita descansa la aguja que evaporará mi vida.

El humo, espeso, como la niebla, en una autopista hacia ninguna parte, se eleva sobre mi cabeza.  Son extremadamente confusos los sentimientos que afloran bajo mi piel. Una extraña alegría llena mi ser al tiempo que por mis mejillas resbalan unas pocas lágrimas.

Cuando vuelvo a la conciencia son exactamente las doce de la medianoche. Es el momento programado para el asesinato. Y mi mente tensa se prepara para desaparecer en la nada. En ese momento llegaste. Cuando la aguja ya había traspasado la piel y el veneno casi recorría mi cuerpo.

No debí decirte nada. Ahora lo sé. Pero tú insististe en que me querías. Y aunque no podía ni tocarte sin sentir dolor abracé tu cuerpo y tu alma de manera que algo brotó en mi interior similar a una semilla que germina después de un profundo invierno.


DEL SILENCIO


Venimos al mundo, a priori, sin manual de instrucciones, sin una guía de como vivir y lo más importante sin respuestas a los grandes interrogantes. Nacemos. Y antes de darnos cuenta cargamos con treinta o más años a las espaldas. Treinta años de danzar hacia la niebla. De escrutar en la noche. De respirar y sólo respirar. Pero al aire le falta algo. Y Dios no da tregua.


Su silencio. El silencio de las cosas. Y seguimos... Decidir no es una opción. Avanzamos con un proyecto de vida basado en... basado en esquemas bastante simples. Unos aspiran a la felicidad. Muchos al poder. Y la muerte, innombrable nos espera a todos para igualar proezas, victorias y también derrotas.


No podemos parar. El tiempo nos devora. Nuestros cuerpos se corrompen por el vicio, para muchos por el pecado. Y así, reos de la moral, de la moral que no hemos elegido, estrangulamos nuestra libertad e intentamos huir del hedonismo.


También huimos del ideal del santo. Para la mayoría la conducta, fruto del alma, simplemente es moderada. Imitamos al padre y a su progenitor. Y como copias, unos de otros intentamos conseguir más de ese algo. Ese algo poderoso que de nuevo calma el dolor y nos adentra en el silencio. 





























SINOPSIS

En el momento en que va a apretar el gatillo, el asesino duda si disparar o no. Durante ese breve lapsus, el personaje viajará por un metarrelato a través de su proceso de creación: desde el nacimiento del mismo en la mente del autor, pasando por la escritura del guión, la confección del vestuario y el maquillaje, hasta los ensayos del actor frente al espejo. Así el personaje tomará conciencia de su rol interno y se precipitará irremediablemente hacia su destino...

SÁLVANOS (GUIÓN LITERARIO). 2009





1. PANTALLA en negro.

Vemos la pantalla en negro. Las letras que aparecen forman parte del diálogo de dos personas en una red social de Internet. Tal como facebook pero con estética más simple.
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ECLIPSE

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fundido a
2.  CRÉDITOS.

Aparece el título. “SÁLVANOS”. Cada letra resplandece Y empieza a sonar la canción “Save us” de Pull. Se suceden los créditos.

fundido a

3.  CALLES DEL MADRID NOCTURNO. EXT. NOCHE

(Todas las escenas son en blanco y negro salvo que se especifique otra cosa).

 Abrimos del charco que refleja el mundo invertido de Iván y vemos a Iván, el caminante de la noche, que atraviesa la pantalla y sigue su camino. Iván, 27 años, con unas gafas de sol enormes, despeinado, con el pelo a lo Bob Dylan. Lleva una cazadora de cuero marrón y unos vaqueros. Vaga por las calles sucias del Madrid nocturno. Gran Vía, putas, camellos, locos…



iván
     (Off)
IVÁN
(off)
(*1 Flash ataque metro).


LOCO
...



EL ESPEJO






EN EL ESPEJO HAY UN HOMBRE. CONOZCO A ESE HOMBRE. LEO EN ÉL COMO A TRAVÉS DE UN CRISTAL. SOMOS GRANDES AMIGOS, HEMOS VIAJADO TANTO JUNTOS, NOS HEMOS BUSCADO TANTO, QUE SOMOS ETERNOS. SU LUZ OPACA DIBUJA UNA SONRISA  DÉBIL. YA NO ME ASUSTA SU ALARGADA SOMBRA.

PIENSA QUE HEMOS LLEGADO AL FINAL DE UNA NOCHE PARA EL OLVIDO. LA NOCHE  QUE LLOVIÓ FUEGO DEL CIELO. LA NOCHE QUE RECUPERAMOS EL ESPEJO Y MELPÓMENE CANTÓ PARA NOSOTROS.

CUANDO LA CABALLERÍA ENEMIGA ABATIÓ A LOS ARQUEROS DEL REY, ÉSTE ESTABA YA MUY LEJOS. SIEMPRE HABÍA SIDO UN GUERRERO PERO ESTA VEZ TUVO QUE ABANDONAR EL CAMPO DE BATALLA POR UN IMPERATIVO. EL ESPEJO ESTABA EN PELIGRO. Y QUIEN MEJOR QUE EL VIEJO REY PARA PROTEGERLO DEL OSCURO.

EL CIELO ARDÍA LITERÁLMENTE. HABÍA QUEDADO SÓLO ÉL DE SU DESTACAMENTO Y ESTABA HERIDO. ASÍ QUE PENSÓ HACER EL CAMINO QUE LE QUEDABA A TRAVÉS DE LA MONTAÑA NEVADA. HACIENDO NÚMEROS, EN LLANO Y A LA VISTA ESTABA PERDIDO. AUNQUE ERA HÁBIL CON LA ESPADA, NUNCA PODRÍA SUPERAR SU DESVENTAJA NUMÉRICA.

TUVO QUE CORRER MUY RÁPIDO ENTRE LOS ÁRBOLES, PORQUE LA TORMENTA DE FUEGO AMENAZABA CON DESTRUIR EL ESPEJO. PEQUEÑOS METEORITOS LLOVÍAN DEL CIELO  EXPLOTANDO ENTRE LA NIEVE. EL OSCURO LANZÓ SU ÚLTIMO CONJURO Y UN PODEROSO RAYO ALCANZÓ A SU MAJESTAD, QUE CAYÓ PARALIZADO EN ESTADO DE SHOCK. EL ESPEJO AL CAER SE PRECIPITÓ DURAMENTE CONTRA LAS ROCAS QUEBRÁNDOSE EN VARIOS TROZOS.

UNA PAREJA DE BUFONES INTENTABA ANIMAR A LA REINA CON CANCIONES VULGARES, CUENTACUENTOS Y PANDERETAS CUANDO EL ARCONTE DIO LA NOTICIA EN PALACIO. AL OÍR LA TERRIBLE NUEVA LA PRINCESA ABANDONÓ LA ESTANCIA. LA PAREJA DE BUFONES SE ESTIRABA DE LOS PELOS MALDICIENDO. LAS CORTESANAS LLORABAN DESOLADAS Y LA REINA SE RETIRÓ A SU HABITACIÓN DONDE ESCRIBIÓ  UN MENSAJE QUE POCO DESPUÉS PUSO EN LA PATA DE UNA PALOMA. CUANDO SE ASOMÓ A  LA VENTANA DE SU TORREÓN PARA DEJAR LIBRE AL AVE,  VIO COMO LA PRINCESA SE ACERCABA AL BORDE DE UN ACANTILADO DE GRANDES DIMENSIONES. SÓLO ENTONCES ESTALLÓ SU IRA Y SU SED DE VENGANZA. PERO CUANDO FUE A GRITAR PARA AUXILIAR A SU HIJA LA VOZ SE LE MURIÓ EN LA GARGANTA.

AL FILO DEL ACANTILADO, LA PRINCESA, SOSTENÍA UN NARCISO DE PLATA.  EL AIRE HELADO SACUDÍA SU VESTIDO DE INFINITA PUREZA.  LA DERROTA EN LA MENTE  LE CONDUJO A PENSAR EN ARROJARSE AL ABISMO. PERO CUANDO SE ASOMÓ Y VIÓ EL MAR AGITARSE ENTRE PEÑASCOS SE DIJO ASÍ MISMA QUE NECESITARÍA ARMARSE DE VALOR.

EN EL PARNASO APOLO Y LAS MUSAS CALLARON Y MELPÓMENE EMPEZÓ A CANTAR. LA MUSA ENTONÓ UNA MELODÍA  LENTA, ESTRIDENTE Y ELEVADA SEMEJANTE A UN GRITO DE DOLOR. EL MUNDO SE DETUVO. EL GRAN RELOJ DE ARENA DE PALACIO SE PARÓ. LA SANGRE DE TODOS LOS MORTALES QUEDÓ ESTANCADA. LOS OCÉANOS SE CONGELARON.
ADOPTÓ MELPÓMENE LA FORMA DE UNA MUCHACHA DE BELLEZA PÁLIDA. DE LA NADA,  LA MUSA DE LA TRAGEDIA APARECIÓ EN LA MONTAÑA NEVADA. EL REY HERIDO DE MUERTE DESCANSABA JUNTO AL ESPEJO ROTO.  LA MUCHACHA SE DIRIGIÓ HACIA EL REY Y BESÓ LEVEMENTE SU ROSTRO ENVEJECIDO. BASTÓ ESTE GESTO PARA QUE  SU MAJESTAD VOLVIERA EN SÍ. COMPRENDIÓ QUE LA GUERRA ESTABA PERDIDA. PRONTO SE ESTIRÓ HASTA ALCANZAR EL ESPEJO  Y  CON INFINITA SOLEMNIDAD SE MIRÓ EN ÉL. TARDÓ MUCHO TIEMPO HASTA QUE PUDO EXPRESAR UNA SOLA EMOCIÓN. EL ESPEJO REVELA LA VERDAD. PERO QUEBRADO PUEDE LLEVAR A UN HOMBRE A LA LOCURA. AL MIRAR A LA NIEVE QUE CUBRÍA LA PENDIENTE, CREYÓ VER ESPÍRITUS  DE HUMO CON FORMA SEMIHUMANA Y OJOS INYECTADOS EN SANGRE. ALGUNOS LE ATACABAN Y LE EXIGIAN SU CORONA. DESPUÉS LA FIGURA DE LA MUSA SE TRANSFORMÓ, A SUS OJOS,  EN SERPIENTES ALADAS. EL REY DESAPARECIÓ A TRAVÉS DE LA NEVISCA. Y MELPÓMENE PUSO A SALVO EL ESPEJO. QUE HABÍA SIDO ABANDONADO A SU SUERTE.
  
EL MUNDO VOLVIÓ A PONERSE EN MOVIMIENTO POR OBRA DE LA MUSA. EN PALACIO LAS CORTESANAS CORRÍAN ALBOROTADAS BUSCANDO A LA PRINCESA. PERO LA REINA CALLABA SOSTENIENDO UN NARCISO DEL AJUAR DE LA HIJA. SÓLO ELLA HABÍA VISTO  A LA PRINCESA ARROJARSE  DESDE EL ACANTILADO AL MAR. Y POR ESO SU ROSTRO TEMBLABA DE DOLOR. Y POR ESO SOSTENÍA LA FLOR CON DUREZA, PORQUE NO QUERÍA QUE NADA MÁS SE PERDIERA EN EL ABISMO.

EL CIELO SIGUIÓ ARDIENDO DURANTE MUCHOS AÑOS. EL EJÉRCITO ENEMIGO ARRASÓ PUEBLOS ENTEROS TORTURANDO Y VIOLANDO A HOMBRES Y MUJERES. POCO A POCO EL REINO DEL MAL CONQUISTÓ OTROS TERRITORIOS Y SE PERDIÓ EN EL OLVIDO EL NOMBRE DEL REY SIN CORONA.

EL OSCURO Y SUS HUESTES HAN IMPUESTO LA LEY DEL HORROR SOBRE LOS QUE PERMANECEMOS ESCLAVIZADOS. SE CREE O SE QUIERE CREER QUE LA REINA ESCAPÓ CON LA GUARDIA REAL, VARIAS CORTESANAS Y EL ARCONTE. SE CREE QUE PLANEAN LA VENGANZA. QUEREMOS CREER QUE PRONTO VENDRÁN A LIBERARNOS. Y QUE EL REY VENCERÁ A LOS FANTASMAS Y VOLVERÁ ALGÚN DÍA A ARREBATARLE LA CORONA AL QUE AHORA NOS DOMINA.

PERO ESTO SON HISTORIAS QUE SE CUENTAN A LOS NIÑOS PARA QUE DUERMAN TRANQUILOS. ADEMÁS ESO ES SÓLO UN RUMOR. OLVIDAOS. NO ME HAGÁIS CASO. QUIZÁS OS ESTÉ MINTIENDO. TANTO TIEMPO SOMETIDO UNO PIERDE LA CONFIANZA EN LOS DEMÁS. QUÉ PUEDE SABER ESTE TRISTE BUFÓN. QUÉ SABE NADIE DE LOS MISTERIOS QUE ENCIERRA LA VIDA CUANDO ÉSTA SE VUELVE TRÁGICA. PERO SILENCIO, SE ACERCA EL OSCURO. TIEMBLAN LAS PAREDES, LA IDEA DE REALIDAD SE TORNA FRÍA. MI AMO PORTA EL ESPEJO Y SE ESTA REFLEJANDO DE TAL FORMA QUE DESDE AQUÍ ACIERTO A VER SU IMAGEN.

EN EL ESPEJO HAY UN HOMBRE. CONOZCO A ESE HOMBRE. LEO EN ÉL COMO A TRAVÉS DE UN CRISTAL. SOMOS GRANDES AMIGOS, HEMOS VIAJADO TANTO JUNTOS, NOS HEMOS BUSCADO TANTO, QUE SOMOS ETERNOS. SU LUZ OPACA DIBUJA UNA SONRISA  DÉBIL . YA NO ME ASUSTA SU ALARGADA SOMBRA.

PIENSA QUE HEMOS LLEGADO AL FINAL DE UNA NOCHE PARA EL OLVIDO. LA NOCHE  QUE LLOVIÓ FUEGO DEL CIELO. LA NOCHE QUE RECUPERAMOS EL ESPEJO Y MELPÓMENE CANTÓ PARA NOSOTROS.

NOTA A LOS LECTORES MÁS JÓVENES Y AGRADECIMIENTOS


JUGAR AL FILO DEL ABISMO CONLLEVA UN RIESGO, Y ES QUE PUEDES CAER EN ÉL. SALIR NO ES TAREA SENCILLA. TENDRÉIS TODA LA AYUDA DE QUIEN OS AME Y OS COMPRENDA. PERO EN EL FONDO OS SENTIRÉIS SOLOS Y DESGRACIADOS. LA ESPERANZA PARECERÁ UN ESPEJISMO EBRIO. LAS PALABRAS MÁS DULCES OS PARECERÁN HOSTILES. ODIAREIS. SOBRE TODO OS ODIAREIS. Y ODIAREIS EL ORDEN, LA LUZ, LO BUENO, Y POR ENCIMA DE TODO A DIOS.

DA IGUAL SU NOMBRE, DA IGUAL LLAMARLO DIOS, MAGIA, AMOR, VERDAD O LUZ. SENTIRÉIS UNA TERRIBLE NEGACIÓN HACIA TODO.

QUIERO CREER QUE ESTA LUCHA ES NECESARIA. QUIERO ENTENDER QUE TODO EL SUFRIMIENTO NO HA SIDO EN VANO. QUIERO PENSAR QUE FORTALECERÁ LA VERDAD.

POR MI PARTE LLEGO A UN PUNTO CULMINANTE DEL VIAJE. EVIDENTEMENTE ENCONTRÉ A MI BEATRIZ. EVIDENTEMENTE ME AYUDÓ ESCRIBIR. EL FUTURO TAMBIÉN EXISTE -COMO EL PASADO- Y SÉ QUE NO SERÁ UN CAMINO DE ROSAS NI MUCHO MENOS. SÉ QUE AÚN TENGO QUE AFIANZARME CON FORTALEZA. SE QUE ESTOY HERIDO. PERO EL MAYOR PELIGRO YA HA PASADO. LA HORA MÁS TERRIBLE EXPIRÓ. SE DISIPÓ TODO EL PESO DE LA CULPA. AHORA EL AMOR ABRE SUS ALAS Y YO LO ABRAZO.

GRACIAS A TODOS LOS QUE VIAJARON CONMIGO. GRACIAS INCLUSO A LOS QUE SE EQUIVOCARON, A LOS QUE NO ME VIERON.

Y SOBRE TODO GRACIAS A MI MADRE, A MI PADRE, A MIS AMIGOS Y EN ESPECIAL A KEILY. SON LAS 7:33 DE LA TARDE. EL SOL SE PONE. ME RODEA UNA PAZ Y UNA LUCIDEZ CÁLIDA. Y EN EL CENTRO EL AMOR INMÓVIL ETERNO, DIVINO.

CON ESTO QUEDA CONCLUIDO EL SILENCIO.



PROMETO VIVIR SIEMPRE EN LA LUZ

EL BLANCO SIEMPRE ES LA POSIBILIDAD DE VOLVER A NACER, ES LA ENERGÍA, ES UN SÍ. Y EL NEGRO, QUE ES NEGACIÓN DE LOS DEMÁS COLORES, ES EL ODIO  POR EL MIEDO AL ESPEJO DEL OTRO. ES VIVIR EN EL PASADO Y EL FUTURO AHOGANDO EL PRESENTE.

CONOZCO LOS SENDEROS QUE LLEVAN A UN HOMBRE A PARALIZARSE ENTRE LA LUZ Y EL ABISMO, PERO AHORA, ME INTERESA EL ROJO.

EL ROJO, ES EL AMOR. ES AHORA QUIERO SER UN HOMBRE QUERIDO. UN MIRARSE EN TU ESPEJO. UN TE QUIERO. BESOS, CARICIAS. EL AMOR CON ENTREGA TOTAL. LA POSIBILIDAD DE VOLVER A NACER EN OTRO,  EN UN HIJO.

EN CIERTO SENTIDO, EL ROJO ES EL RETORNO AL BLANCO, A LA LUZ, QUE SABEMOS QUE ES LA SUMA DE TODOS LOS COLORES.

Arriba las gaviotas gritan

La ciudad amanece. Cuerpos, como cadáveres sin vida, avanzan arrastrando los zapatos sucios por el asfalto. Los taxis no paran de piar o los pájaros no dejan de apretar el claxon. La confusión es la nota dominante de este valle gris que se extiende entre amenazantes rascacielos. Superman ha muerto. Nadie salvará a ese ejecutivo que esta mañana saltó desde la terraza de las oficinas. La esperanza golpeó contra el suelo y se partió en mil añicos. Así están las cosas en la metrópoli. Ni flores, ni cuervos. Aquí no hay nada bello.

El ruido de la radial de un obrero me despierta en mi ático de Diaz Moreu. La cabeza puede estallarme y el calor es tan asfixiante que cuando despierto parece que alguien se ha meado en mi almohada. Salgo a la ventana y un muro gris es todo lo que la vista alcanza. Arriba las gaviotas gritan como si estuvieran siendo torturadas por la GESTAPO. Son las 9:51 am. Entro a trabajar a las 10:00. Otra vez llegaré tarde a mi oficio de asesino. Ningún idiota podrá decirme que llego tarde. Soy el dueño de mi tiempo. Y el tiempo, es dinero. Poder. Corrupción. Manipulación. Palabras que resuenan en mi cabeza mientras mi turbia mirada se prepara para un nuevo día.

Hoy como todas las mañanas espero su llamada. Pongo a cargar el teléfono y mientras las tostadas se vuelven a quemar. Me siento al borde de la cama. Pienso si este frío es producto de la enfermedad. Pero esta tristeza helada sólo tiene como origen el miedo. El miedo a repetir la rutina, el miedo a no vivir. El miedo a estar equivocado al decir NO: ¡A la mierda con todo! Tiro mi colilla al patio de vecinos. El mundo es un vertedero que no tiene dueño. Por más que intenten ponerle fronteras. Son sólo fronteras en la mente. Hubo un día en que me preocupaba abrir la mente. Ahora sólo me preocupa el minuto. El segundo en que el teléfono empieza a sonar. Y mi corazón que se agita temeroso. Cuando descuelgo el celular oigo su voz: “Polígono de Babel. Calle de las metalurgias nº 2. Esteban Sánchez, 1´70 Cabello oscuro. Piel blanca. Tatuaje.”. No necesito más información. Voy al armario y saco la 357 Magnum. Apunto con el cañón al espejo y me siento como el jodido Robert de Niro.

A las tres de la tarde, el almacén está en plena actividad. De nuevo el calor me aturde hasta el extremo de querer evaporarme. Dudo si ponerme una media o no. ¡Qué coño! ¡A cara destapada! Salgo del coche y decidido entro a la nave. Mis zapatos chirrían contra el acerado suelo. Observo que se trata de un taller para helicópteros. Hay un enorme Bell UH-1H verde, un bimotor EC155 y un pequeño raptor. Cuando entro parece que nadie se fija en mí. De nuevo el sonido de una radial y el olor a disolvente. La grasa lo impregna todo. Un puto perro se acerca a olisquear. Podría matarlo de una patada. Pero no es mi estilo. Así que dejo al animal meter su hocico en mis pantorrillas y maravillarse con los olores de un mundo que él nunca ha conocido. Entonces veo a un tipo grueso y mi sistema nervioso se pone en alerta. Pregunto por Esteban. Desde la otra parte de la sala el tipo me indica que me dirija por el pasillo a la oficina. Es así de fácil. Esto no es una película. Nunca viene la policía, nunca surgen demasiados problemas. Recorro el pasillo adentrándome cada vez más en la oscuridad. Cuando llego a las oficinas pregunto otra vez por ese tal Sánchez. Así que me indican que espere en una sala de reuniones. Por las paredes, polvorientas fotografías enmarcadas de helicópteros de toda clase. Un pequeño helicóptero bañado en oro que hay en el centro de la mesa llama mi atención. Lo guardo en el bolsillo de la americana y espero. Entonces llega el tio. 1´70 Cabello oscuro. Piel blanca. Tatuaje. Confirmo el objetivo preguntándole el nombre y cuando aún no ha terminado de hablar descargo el cargador en su pecho. Las balas atraviesan las paredes de pladur e impactan a cientos de metros de distancia. Su cuerpo agujereado cae inerte contra la pared en una madeja de brazos y piernas sin sentido.

Ya lejos de la urbe, en mitad de páramos manchegos paro el automóvil para mear. Aprovecho para enterrar el arma y fumar un pitillo. Otra vez el móvil empieza a sonar, pero esta vez no es el del trabajo. Es mi teléfono personal. Hace semanas que no sonaba. Tanto tiempo que pensaba que habían cortado la línea. Tanto tiempo sumergido en mi soledad que había olvidado que tenía una familia, lejos, no importa donde, esperando. Es el cumpleaños de mi hijo y mientras contesto las preguntas desesperadas de la loca de mi exmujer pienso que el pequeño helicóptero bañado en oro que llevo en el bolsillo será un buen juguete cuando e
l bebé crezca.

Sufro narcolepsia desde hace años. Son ataques de sueño repentinos que duran una media hora. Normalmente no recuerdo nada después de despertar. Sólo noto pérdida de fuerza muscular. El día 1 de marzo de 2007 queda ya lejos, pero hay algo en ese día algo que me ocurrió en un sueño que no para de rondar por la cabeza.

Estaba en una estancia totalmente oscura. Sólo el sonido de mis pasos llenaba la sala y me hacía deducir sus amplias dimensiones. Tenía miedo porque no sabía como había llegado a parar allí. Anduve unos cuantos pasos, con las manos tanteando en el aire helado.

No había nada a mí alrededor. Me agaché a tocar el suelo. Sobre su superficie lisa, una fina capa de polvo lo impregnaba todo. Me levanté tiritando por el frío, noté un ligero olor a humo y a cera quemada. Cerré los ojos unos minutos para adaptarlos a la oscuridad. Luego los abrí para escrutar algún resquicio de luz, algún ligero brillo que me diera alguna pista sobre el sitio donde me encontraba. No vi nada salvo la tiniebla que me rodeaba. Me palpé el cuerpo. 

Llevaba las ropas de trabajo. Camisa blanca con americana negra y pantalón también negro, con una corbata azul. Nada especial. Soy abogado en un bufete de la Calle Ancha. Estaba llevando un caso importante. Dos estudiantes habían apaleado a una vieja hasta la muerte. Esos pobres chicos estaban condenados. Pensé que el padre de uno de los chicos había hecho que me secuestraran para destruir una prueba. 

En esto pensaba cuando de repente una luz poderosa apareció de la nada. Estaba alzada unos tres metros. Mi reacción natural fue protegerme con los brazos. A los pocos segundos mis ojos se acostumbraron a la luz. Ésta provenía de una criatura celestial, un bello ser alado, de piel pálida, vestido con un manto blanco. La tibia luz que irradiaba me permitió discernir en la penumbra columnas estriadas renacentistas que se elevaban hasta una gran cúpula barroca. Delante tenía una sacristía cubierta por una sencilla techumbre y decorada con pinturas de estilo manierista. No cabía la menor duda, estaba en la nave central de una catedral. 

-Tienes que aprender a volar-, dijo el ángel con su voz dulce y helada. Concentré toda mi fuerza en la imagen de unas alas negras de águila imperial. Noté dos focos de calor en mi espalda. Después dolor. Empecé a contraer todos los músculos del cuerpo. Al poco, dos brechas se abrieron en la carne. Comenzaron a salir dos alas negras que con mi último grito se abrieron dispuestas a batirse bajo mis órdenes. 

Volvió a hablar, -ahora que tienes alas, tienes que concentrarte en el absoluto, en la energía divina-. Comencé a relajarme. Noté que mi alma se expandía, salía de mi cuerpo y se mezclaba con la energía cósmica. Sentí paz y calma. Dejé de temblar. Todo mi sufrimiento terreno desapareció. Me inundó una ola de calor, de luz, de amor. Me levanté y expandí las alas. Las agité y me elevé hasta la altura de la extraña criatura. Sus ojos eran azules como el océano y penetrantes como la noche. 

En su mano aparecieron tres largas varas de plata. Con ellas compuso un triángulo. En su interior apareció un espejo formado por un líquido viscoso. Me asomé a ver mi rostro pero en vez de eso lo que vi fue nubes blancas y los rayos del sol en un cielo claro. –Debes de entrar-, indicó. Sentí que mi destino iba en esa dirección. Le hice caso y traspasé el umbral.

Volé durante horas entre nubes, con la brisa fresca de la mañana acariciándome. Era un cuervo en el paraíso. Subí unos metros más por encima de una bandada de pájaros y al atravesar una nube vi algo que turbó mi vuelo.


Vi una esfera dorada de dimensiones gigantescas. Era como una colosal perla de oro, como un sol congelado. Me acerqué y la toqué con la mano. Estaba tibia y electrizada. A pocos metros divisé una abertura circular. Entré por ella. Una música deliciosa inundó mi corazón. Entonces oí una voz acompañando a la música. 

–Llevas en la sangre un profeta. Eres el alfa y la omega. Lleva este mensaje a la Tierra-. Escuché por largo rato hasta que la voz paró. Comprendí. Mi alma se transformó para siempre.  Paulatinamente la esfera desapareció y de nuevo me encontré batiendo el aire a unos tres mil metros de altura. Comencé a descender y a mitad de camino escuché de nuevo una voz. Una voz que grababa sus palabras en las nubes con una sustancia verdusca. Podía oír y leer: "QUÉ SE PUDRA EL ABOGADO”. 

La claridad del día dio paso a una tormenta. Comencé a descender más aprisa. Centellas y truenos junto con un viento agitado me dificultaban la tarea. Sabía que no podía olvidar el mensaje que me había sido dado, pero también sabía que algo lejos de mi comprensión no estaba a mi favor. La tormenta se tornó tempestad. Parecía buscar mi aniquilación, rayos y retumbos ensordecieron mi mente. Aparecieron tornados que como poseídos por un ente inteligente me acorralaban. Por fin volví a divisar la tierra. Estaba cerca de pisarla cuando un rayo alcanzó mis alas. Caí velozmente como un peso muerto contra el suelo.

Desperté en mi despacho de Calle Ancha. Me había dormido otra vez. Oí a Susana -mi secretaria y confidente- fuera tecleando en el ordenador. La llamé por la centralita. Debió verme mal pues se acercó a mi con sumo cuidado y me acarició la mano. Se fue y volvió con un tazón de té. -He tenido una pesadilla-, aclaré, -he soñado algo muy raro. Estaba en una estancia totalmente oscura. Sólo el sonido de mis pasos llenaba la sala y me hacía deducir sus amplias dimensiones.

Cuando terminé de contarle el sueño me abrazó. Sentí un fuerte dolor. Ella separó sus brazos ante mi reacción. Se asustó y gritó al comprobar, primero en su mano manchada y después en mi espalda dos enormes heridas de las que manaba sangre como ríos.